Toda empresa o institución debe poder explotar tranquilamente sus potenciales de crecimiento e influencia sin que el entorno ponga en peligro a sus colaboradores o sus bienes materiales o inmateriales.
Sin importar su talla o sector de actividad, una empresa o institución se enfrenta a exigencias de flexibilidad y agilidad para responder a las necesidades específicas de cada sector, reducir los costos operativos y de funcionamiento y garantizar la calidad de sus servicios.